¡Presume de una piel nueva!

Peeling o exfoliación química es una técnica terapéutica tópica que consiste en la eliminación de capas de la piel en diferentes grados o profundidad para producir una renovación dermoepidérmica. Se realiza a través de una exfoliación cutánea con un agente químico específico. Dependiendo del poder de penetración de los peelings, estos se clasifican en superficiales, medios y profundos. A mayor profundidad, mayores efectos.

Indicado en todas las manifestaciones del fotoenvejecimiento, melasmas y manchas solares, así como la prevención de los mismos. Sus beneficios son:

La unificación del tono y aumento de la luminosidad de la piel.

Piel lisa y suave.

Promover la regeneración celular al incrementar la producción de colágeno.

Suavizar arrugas finas y poros.

Mejorar el aspecto de la piel dañada por el sol.

Mejorar la textura y uniformidad de la piel.

Mejorar las cicatrices de acné.

Aclarar manchas de la piel.

En términos generales, el peeling mejora la calidad de la piel y aumenta la producción de colágeno y elastina, componentes esenciales para mantener la piel suave y firme.

Los tratamientos no suelen exceder más de 30 minutos por sesión. No requiere del uso de anestesia previa ya que es un tratamiento tolerable. Algunos peelings requieren de una preparación previa domiciliaria con diferentes cremas, para aumentar el grado de tolerancia y penetración. El número de peelings que se recomienda varía en función del grado de profundidad del mismo y del objetivo terapéutico que se quiere conseguir.